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jueves, 3 de febrero de 2011

Y ahora al Rey Juanca se le dió por la guitarrita y el pispeo de ojetes con flequillo...





Esto me está empezando a hacer daño

tarjeta

lunes, 27 de diciembre de 2010

Hace ya un tiempo largo, en la profundidad del territorio, más precisamente en la Básica "La Cueva del Tapir", mi amigo y compañero Criminal diseñaba un instrumento al servicio de lo que él llamaba algo así como capitalismo nacional. Fue entonces que una noche de deseseramiento, perjeñando el desafío de crear un instrumento de consumo para la compañerada nació de su mente insomne "La Pochocard". Los combates en el frente interno y las urgencias de la gestión impidieron que la lanzáramos en aquel entonces. Pasado el tiempo, pedí a mi amigo que -mencionando su autoría- pudiera yo publicar aquella idea para el deleite de los cumpas.
Aquí con ustedes, la Pochocard.
¿La implementamos compañeros o la dejamos en el olvido?

Relatos mukenianos: La Pastora

lunes, 20 de diciembre de 2010

Les voy a transcribir un texto de mi escritor de cabecera, el filósofo-estilista Emmanuel Rokstij, quien, bajo la advocación de la chota mukeniana, dice:

Hace tiempo, por los '50, era famosa, acá en Rosario, la Pastora. Era una puta de aquellas que volvía loco a cualquiera. Supo ser modista en su temprana juventud, pero un par de malas inversiones (puso al revés la tela) la llevó a prostituirse para bancar su casa. Pudo saldar sus cuentas, pero le gustó la nueva vida y le dio para adelante. Eso sí, buscó especializarse y se recibió de Técnica mamadora, con altas calificaciones. Igualmente, le puso su impronta y las chupadas ya no fueron como antes, donde las minas se arrancaban los dientes para satisfacer mejor a sus clientes. Impuso un estilo que se extendió allende las pampas.
Hete (no pete) aquí que la Pastora era peronista recalcitrante y desde la Dirección Nacional del partido la mandaron a buscar para que le sacara información a los gorilas con su arte, misión que cumplió con gusto.
Creció tanto su prestigio que, en medio de la disputa (no hecha pública) con el Paraguay por una pulpería ubicada en Formosa (los paraguayos la reclamaban como suya porque la clientela era mayoritariamente "patas sucias"), se la convocó para apaciguar los ánimos.
En medio del debate diplomático entre ambas potencias, irrumpió al grito de: "¿A quién hay que chupársela para que se termine este quilombo?"
Demás está decir que se anotaron todos, paraguas y argentos por igual. La Pastora los despachó en tiempo récord y se llegó a un acuerdo satisfactorio.
El General en persona la quiso agasajar y cuando le estaba poniendo una condecoración en la goma izquierda, la Eva (presente en la ceremonia) lo cazó al Pocho tirándole onda a la rosarina petera. Desde ahí le hizo la cruz a nuestra heroína, quien no pudo entrar nunca más a la Rosada.
De todas formas se dedicó a la actividad privada y supo regentear whisquerías, saunas y demás, con relativo éxito económico, hasta que la muerte la alcanzó a la temprana edad de 84 años, cuando, creyendo que se lo estaba felatiando a un juez, quedó sin aire dándole matraca a la punta del respaldar de su cama de bronce.
Ya no veía tan bien.

Que la Pastora me la chupe
antes de que me muera,
te deja la chota sin sangre
y los ojitos pa' juera.

Sevemo.

Somos los Bergamota y seguimos a una chota.

lunes, 13 de diciembre de 2010

El compañero Mukenio sintió, de una, algo así como un picor en la chota. Se tantió, se rascó y más luego, como el picor no cesaba se miró la morocha. Y ahí mismo, vió algo parecido a un milagro. Su choronga giraba como antena de radar, hacía bip-bip-bíp endemientras cabeciaba y luego, para desconcierto del compañero, comenzó a hablar.
Y habló la chota parlante con voz emperonizada, con voz del más allá hablaba y daba instrucciones, ordenaba directivas y conducía. Y el compañero Mukenio se sintió tocado por la vara (y también en la vara) y supo que había sido señalado por la historia para convertirse en una especie de flautista de Jámelin cuya misión era conducir al Movimiento Incorregible, al peronismo chatito y subtropical con estación seca y también a los sátrapas inconducentes del peronismo pagüerransher, hacia su destino de grandeza, en perfecta unidad.
Y así fue que por el mismo ojo tuerto de la porra morocha hablaron, sucesivamente y en orden, el Escribanobíttel, el Herminio güevo sí y güevo no, el Chirolanegrosanto y el Ubaldo que llora sin pecar, predicando todos a favor de la unidad del Movimiento que se demuestra andando para solaz y esparcimiento de nosotros, los insurrectos, los incorregibles, los soldados de Nuestroperón.
Y la negra viborona se empingó y dijo, admonitoria y profética : "..Héme aquí, curepí. Mil nombres tengo y soy nadie. Por la chota conoceréis la obra del Perfecto, del que no cesa, del que quiere ser arquero y ataja más piór que el Gatoséssa. Llamadme Bergamota, porque soy negra y soy chota.."
Y el compañero Mukenio se dejó llevar y comenzó a ser seguido por el rebaño. Y santo fué. Y a toques sincopados de choronga comenzó a milagrear por aquí y por allá. Desentaponó a un estreñido, mano amiga brindó al caído, transformó guita en porritos y escabió con los amigos. Y, por eso, lo seguimos..
Nosotros, los Bergamota, somos los afiebrados, los inconexos, los que marchan más gallardos y los que también, pisan teresos. Somos los elegidos de la chota de Mukenio, los soldados de la causa, los más contritos, los que te fáulian en el área y ponen cara de santitos y levantan las manitos. Somos todos los que estamos. Estamos juntos y queremos ser más. Somos los que cantan en pelotas, los que nos ponemos en pedo y siempre damos la nota. Los que seguimos a una chota..